1. Necesidad de orinar con frecuencia
El primer aviso suele ser levantarse varias veces de noche (nicturia). El chorro es débil y la vejiga se llena rápidamente.
2. Dificultad para iniciar la micción
Muchos hombres tardan más de lo normal en “arrancar”, señal de que la uretra está comprimida.
3. Sensación de vaciado incompleto
Terminas de orinar pero notas que la vejiga aún retiene líquido, lo que provoca goteo posterior.
4. Urgencia urinaria
Aparecen deseos repentinos de orinar que resultan difíciles de controlar, aumentando el riesgo de escapes.
5. Dolor o presión pélvica
La congestión prostática puede causar molestias difusas en bajo vientre, zona lumbar o periné.