La piel es mucho más que una barrera protectora. En su superficie habita un ecosistema invisible formado por bacterias, hongos y otros microorganismos beneficiosos que conforman la microbiota cutánea. Este delicado equilibrio es clave para mantener una piel sana, resistente y protegida frente a agresiones externas. Sin embargo, factores como el estrés, la contaminación o el uso excesivo de cosméticos agresivos pueden alterarlo, generando problemas como irritaciones, acné o sensibilidad.
En este artículo te explicamos qué es la microbiota cutánea, por qué es tan importante cuidarla y cómo puedes protegerla naturalmente, incluyendo el papel de los probióticos como aliados en pieles sensibles o con desequilibrios.