Aunque puede adaptarse a diferentes necesidades, hay ciertos momentos en los que su uso resulta especialmente eficaz:
1. Después de comidas copiosas
Si has comido en exceso o ingerido alimentos que suelen provocar gases (como legumbres, fritos o bebidas carbonatadas), tomar carbón vegetal activado puede ayudarte a reducir la sensación de pesadez y favorecer una digestión más ligera.
2. En episodios de hinchazón o gases
Cuando aparece el típico malestar abdominal acompañado de inflamación, el carbón vegetal activado actúa como un apoyo rápido para absorber los gases y mejorar el confort digestivo.