Durante estas fechas, es común experimentar síntomas como hinchazón, pesadez estomacal, acidez y digestión lenta. Esto ocurre porque el sistema digestivo se ve sometido a un esfuerzo extra, procesando alimentos a los que quizás no estamos acostumbrados en el día a día.
Uno de los mayores problemas digestivos en navidad es el consumo excesivo de grasas y proteínas animales, que son más difíciles de descomponer para el organismo. Esto puede generar molestias, como sensación de plenitud prolongada, gases e incluso náuseas. Además, las bebidas alcohólicas no solo irritan la mucosa del estómago, sino que también contribuyen a la deshidratación y a una digestión menos eficiente.
Otro factor importante es el impacto en el hígado, que tiene que trabajar de manera intensiva para metabolizar los alimentos y bebidas. Este esfuerzo adicional puede provocar malestar y fatiga, ya que el hígado desempeña un papel crucial en la desintoxicación del cuerpo.